OH darling

Hey .. you’ve got to hide your love away

Casi creí que trataba de magia, en esas tardes de calor sofocante, en que no hay monedas para helados de cien pesos ni menos para lucky’once de sietecincuenta, un pequeño estertor de viento se dirigía a la casa. Lo ví venir, movió los cables del poste, luego las ramas de dos árboles y en su agonía entró a la casa, recorrió la habitación, desplazando al humo de tabaco e inundó la biblioteca, levantando una pequeña nota, un pequeño, frágil, insignificante papel. Sólo lo sentí caer y reventar el piso de la casa. Era tan pesado, que el sonido de la caída dañó mi vista, mi tacto y el gusto. Un trauma, un tek cerrado y la enfermera dice: “OH,QUE LE PASÓ A ÉSTE DESGRACIADO INFELIZ”.

Le doy un sorbo al vino blanco helado, cantando algún tema como Oh Darling, y veo ese papel colorido. Lo reconocí de inmediato y surgen enseguida, canciones como las de zero 7, en la línea de espera. Es increíble que el recuerdo aún me atormente. En días como los de hoy, en que karma pólice, será coreada por miles de chilenos. En días como hoy, en que la confusión nubla mi cabeza. Y no hay complicidad con mi mente, con frases de mierda en contra de la raza humana. Sólo quiero posarme en el pasto, encoger mis rodillas y llevarlas al pecho, para dormir. Entre fermentando, entre amando, entre recordando y llorando.

SINSENTIDOMANUSCRITO, POR ...RAMA AMAR