Me apago.
Pierdo fuerzas,
Cómo un fatigado violinista,
Que ha tocado sin cesar toda su vida,
Se agota la tinta del lápiz…
Estoy por desmayarme,
Intento letra por letra,
Escribir,
Mi cuerpo se estremece,
Igual que una danza contemporánea,
Oscilo entre polos,
Por decir,
Blanco y negro.
Me apago,
Lentamente,
Envenenado y desahuciado,
En la condena de vivir,
Tambaleándome,
Entre los vivos,
Te observo en cada sombra,
Y te abrazo,
Sin sentido,
Te cobijo, frágil,
Cómo eres, negra damisela.
No te vayas en ese tren,
Que lo detengo con mis huesos,
Y me verás realmente apagado-
Que fatiga tienes.
ResponderEliminarOye, no importa, a cualquiera le pasa, y verás que esa fatiga se irá y quedarás tu, y no sé quien más. La primavera quizás, que es una intrusa.
: )