FE DE ERRATAS


Corregiré todos los errores de tipeo.

lunes, 7 de julio de 2008

Onas.

Simplemente, lo que fuimos.

Simplemente, lo que fuimos.

Aún no entiendo por qué llega un resplandor y luego surge la noche, porqué he crecido y porqué los ancianos van dejando de respirar y son dejados al olvido del camino recorrido.

A veces me asusto creyendo que me sucederá. No conozco muy bien y le temo a ciertas piedras que extraen desde las gélidas aguas, para luego abrirlas y comer algo muy sabroso.

Aún no entiendo porqué los hombres se cubren la piel con barro de colores para asustar a las mujeres.

A veces lloro solo, sentado en una colina, veo pasar a las nubes preguntándome eternamente si mis visiones son reales.



No he comido en días, estoy cansado de esconderme y caminar como dicen los grandes. Hay que huir de la mano invasora, los ancianos caen, lloran, mueren.



En soledad camino buscando el rastro como un buen cazador, el rastro de un suave y sabroso mamífero, O-V-E-J-A les llaman. Ahí está, comienzo a correr y me lanzo sobre el animal.

La oscuridad me cubre, no logro ver bien, dejo de sentir mis piernas y luego mis manos, dejo de ver y comienzo a oír al blanco que me arrastra.



Oigo todo y poco entiendo. Agua correr y mis carnes se descomponen, días y días pasan y mis sueños de cazador se esfuman. Carnes mías congeladas y podridas en este riachuelo mío.


Subiré a las estrellas y enmendaré un castigo vengador, porqué este bosque es mío. Ya quedan sólo mis huesos y algunas partes del rostro, no fui comido por ningún carroñero.

El bosque llora, llora,
He muerto,
He vuelto a nacer en este suelo devastado

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